05 Nov ¿Cuál es la mejor Batería de Litio?
Con un sistema de autoconsumo fotovoltaico, lo normal es tener excedentes de producción los días soleados, al menos durante las horas centrales del día.
Es por eso que muchos usuarios se preguntan si sale rentable almacenar esa energía sobrante y consumirla en otro momento (por la noche).
La respuesta a ello no es tan sencilla y depende de muchos factores, por ejemplo:
- – ¿se recibe contraprestación por el excedente vertido a red (no es el caso en sistemas de vertido cero)? Y si eso, ¿cuánto se recibe por kWh vertido? (#popup: de momento no sabemos qué contraprestación se va a recibir por kWh inyectado a red ya que la nueva ley para el autoconsumo aún no está completamente desarrollada (estado: 11/2018) y tendremos que esperarnos unos pocos meses más para tener claridad)[GL2]
- – Coste y prestaciones de la batería
- – Aprovechamiento de la batería (coche eléctrico, por ejemplo)
- – ¿Ahorro adicional por bajada de potencia contratada y pasar consumo a tarifa valle?
Aparte habrá que tener en cuenta que teniendo una batería se puede sobredimensionar el campo fotovoltaico lo que resulta en mejores precios para placas, inversor (los de mayor potencia apenas cuestan más que los más pequeños), mano de obra, etc. con lo cual nos baja el coste de generación del kWh.
A pesar de que no es tan fácil contestar las preguntas, en este artículo queremos dar una respuesta; para ello, en primer lugar, tenemos que analizar costes y prestaciones de las baterías con más potencial del mercado. A continuación, resumimos los datos más importantes de nuestra selección de baterías; solamente tenemos en cuenta baterías para sistema de 48 V ya que salen más económicas que las de alta tensión (400 V) y permiten emplear inversores-cargadores más completos: (#popup: que permiten funcionamiento aislado con apoyo de red y recarga automática desde la red en franjas horarias de tarifa más baja)
* ciclos estimados a partir del dato de 6.000 ciclos con 100 % DOD
** coste en céntimos de € calculando con ciclos de 90 % DOD
Como podemos observar en la tabla hay diferencias entre capacidades, potencias y ciclos que pueden dar las diferentes baterías de litio; aparte hay diferencias en los precios entre los diferentes fabricantes. Como tendencia general se puede decir que cuanta más capacidad tiene la batería, más barato sale el kWh ciclado.
El coste más bajo por kWh ciclado nos ofrecen las baterías LiFePO4 de BYD que puede quedar por debajo de 8 céntimos el kWh realizando ciclos del 90% de la capacidad nominal (de 100% descargar hasta el 10% y volver a cargar al 100%); con ciclos de menor descarga, el coste por kWh saldría más bajo, pero habría que hacer varios ciclos cada día para aprovechar entonces los ciclos de la batería en su vida útil, por eso motivo hemos calculado con el coste para un 90% de profundidad de descarga (DOD por su sigla en inglés – depth of discharge).
La batería Pylontech US2000B Plus que se vende mucho en tiendas de la competencia como producto económico, realmente no sale tan económica si tenemos en cuenta el menor número de ciclos y que no incluye el gabinete (el cual cuesta unos 250 € más y sirve para albergar hasta 8 ud. del modelo y es requisito para tener la garantía del producto). El coste por kWh ciclado nos sale a 13,45 céntimos sin contar con el gabinete/rack – contando con ello casi duplica el precio del kWh de las baterías BYD B-Box.
La LG RESU queda algo por encima en cuanto al coste si comparamos con la BYD, pero es con diferencia la batería más compacta y ligera de todas (el modelo más grande de 8,8 kWh útiles mide 45 x 48 x 23 cm y pesa 75 kg), por lo cual puede ser una buena opción si no disponemos de mucho sitio para albergar la batería.
¿Sale a cuenta?
Si calculamos con 8 céntimos de coste por kWh (IVA incl.) y nos ahorramos unos 18 céntimos por kWh (impuestos incluidos) en la factura eléctrica, en principio sale bastante rentable. Ahora bien, si por cada kWh vertido a la red nos descuentan, por ejemplo, 6 céntimos de la factura (#popup: de momento no sabemos qué contraprestación se va a recibir por kWh inyectado a red ya que la nueva ley para el autoconsumo aún no está completamente desarrollada (estado: 11/2018) y tendremos que esperarnos unos pocos meses más para tener claridad) (que más o menos es el precio medio de mercado), ya no hay tanta diferencia y ya no sale tan rentable.
También hay que tener en cuenta el coste de integración de la batería – pues hace falta un inversor-cargador que la cargue/descargue según situación, instalación, cableado y protecciones. Por otra parte podemos conseguir más ahorro por consumir toda la luz de red en horario valle (la tarifa valle sale unos 7 céntimos más barata que la tarifa normal) – a ello contribuye tanto el autoconsumo directo de los paneles que tiene lugar mayoritariamente en horas punta como la descarga de la batería en horas punta; con el inversor-cargador adecuado se puede programar que se recargue la batería de la red en fases de baja demanda en tarifa valle si fuese necesario y la fotovoltaica no llegase a cargar lo suficiente la batería). Otra parte de la factura nos podemos ahorrar por bajar la potencia contratada, ya que los picos de demanda se pueden abastecer desde la batería.
Entre los dos ahorros adicionales que se pueden conseguir, se amortiza fácilmente el coste de integración de la batería en el sistema, por lo cual interesa inclinarse por esa opción (“semiaislada” con inversor-cargador adecuado para aprovechar de forma inteligente la batería para descarga/recarga teniendo en cuenta las tarifas de discriminación horaria) cuando nos decidimos poner una batería para el autoconsumo en nuestro hogar.
Si comparamos rentabilidades, la opción mucho más rentable (en cuanto a tasa de retorno se refiere – es decir el interés que conseguimos sobre la inversión) es el autoconsumo sin batería, ya que la inversión es mucho más baja y llega a dar buenos ahorros. Los ahorros adicionales que se consiguen con la acumulación se pagan relativamente caros comparados con los ahorros que conseguimos con el autoconsumo sin acumulación, por lo cual la inversión adicional sale menos rentable, pero sí se llega a amortizar. Con otras palabras, él que se decide por poner una batería de litio (siempre que esté bien dimensionada y que ofrece un coste moderado por kWh ciclado), consigue mejor interés sobre la inversión que en una cuenta de ahorro, pero no le sale tan rentable como un autoconsumo “sin acumulación”, sobre todo cuando los excedentes se pueden verter a la red y se recibe remuneración por ello.
Por lo tanto, él que apueste por una solución con acumulación, lo debería hacer más por espíritu pionero, por tener mayor seguridad de suministro (en zonas de apagones frecuentes), por querer bajar la factura eléctrica lo más posible e incluso tener la opción de renunciar al apoyo de red apostando por otras fuentes auxiliares (como el biogás, eólica, hidráulica y/o un grupo electrógeno) que por la rentabilidad.
Para resumir. Las ventajas que nos ofrece la acumulación son:
- – Se puede sobredimensionar la fotovoltaica con lo cual sale algo más barato el vatio de potencia instalada
- – Mayor cobertura solar – menor gasto de luz de la red
- – Se puede bajar la potencia contratada lo cual conlleva un ahorro adicional importante en la factura
- – Se pueden cubrir completamente las necesidades de red con tarifa valle
- – Mayor seguridad de suministro (posibilidad de tener luz en casa cuando falla la red eléctrica)
- – Las desventajas que nos ofrece la acumulación son:
- – Inversión bastante alta con menor rentabilidad que el autoconsumo convencional
- – Ecológicamente no tiene mucho sentido mientras la red eléctrica tenga capacidad para absorber los excedentes de la energía solar y abastecer con ello otros hogares que no cuentan con Energía Solar
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